Tiempos de Cambio

Llegó el momento de decir Adiós al hermoso departamento luminoso con balcón corrido al pulmón de manzana, cocina grande, baño impecable y un placard divino con puertas espejadas hasta el techo que alquilé a estrenar después de recorrer la capital durante seis meses buscando “mi hogar perfecto”.

Llegó el momento de no tener una dirección fija… o gastos fijos. Le digo chau a ver cómo el monto de mi cuenta disminuye drásticamente para pagar alquiler, gas, luz, expensas, televisión por cable cinco días después de cobrar el sueldo para el que trabajé jornada completa durante un mes entero.

Llegó el momento de recibir lo inesperado, de hacer lo que venía posponiendo por falta de tiempo. En las primeras semanas sin oficina, me fui de vacaciones 10 días con mi familia, me quedé en casa de mis viejos, fui dos noches a dormir con mi abuela, me fui una semana a Entre Ríos con Agus y una noche a dormir con mi hermana y mis sobrinos. Todo esto fue la previa al inicio de un viaje a Europa que empezó con una boda a orillas del Mar Mediterráneo y después… bueno, después vamos viendo, pero con la certeza de querer recorrer España e Italia, volviendo a nuestras raíces, y con la expectativa de volver a Argentina para empezar un nuevo proyecto juntos en la Patagonia.